jueves, 7 de febrero de 2008

El dinosaurio y yo








Yo sé exactamente cuando todo empezó; cuando me llego la impresión, cual una leve ola, que algo pasaría, que habría un gran cambio, que mi vida no sería la misma. Fue aquel día de invierno, en el autobús, un día muy frío, espeso, blanco. Un día de enero.

¿En que estaba pensando, sentada en el autobús 110 que me llevaba a paso de mastodonte hasta mi querido trabajo? Era enero, he dicho. Un enero firme, duro y pálido como una placa de mármol gastada por el tiempo. Aquel mes las temperaturas llegaron hasta los 30 grados bajo cero, y hasta los menos 40. Y luego el tiempo, de repente loco e incontrolable, subió hasta los 15 grados sobre cero; y más tarde llegó la nieve, una nieve siempre con sabor calido y resplandeciente y que producia, invariablemente, una masa blanca y algodonada que alumbraba las noches de una luz extraña, misteriosa y suave. Sentada en el autobús yo miraba asombrada el paisaje que nos rodeaba, los grandes bloques de nieve amontonados en los bordes de las calles, el paso lento del trafico, las maquinas que iban como inmensas tortugas tirando sal sobre el asfalto. Y el cielo negro, oscuro, y el sol que no aparecía. Esto era lo que miraba con más intensidad: este cielo tan oscurecido pero como por una negrura interna.

En el autobús reinaba el silencio. Un silencio como el de ahora, amigo y compañero. Sentada y apacible, mis manos reposaban sobre el libro que estaba leyendo pero sin abrirlo aún. Era El Sexto Invierno, de Douglas Orgill, una epopeya moderna que trataba de un cambio climático. Pero este tema no era conocido aún, en aquellos días, nadie había oído hablar de cambio climático ni nadie se podía imaginar lo que ocurriría. En la novela empezaba de repente a nevar, y a nevar sin parar hasta que todas las sociedades tenían que sobrevivir a este extraño y penoso invierno que no paraba, que se había instalado como eternalmente sobre la tierra. Era un libro sobre una aventura mística, un viaje hacia el Apocalipsis blanco.


Fue en aquel autobús que sentí por primera vez algo, como si en alguna parte una puerta se hubiese abierto y yo hiciese parte de este algo. ¿Qué fue? No lo sé. Solo un reconocimiento, un asentimiento interior, una certeza sobre un espacio que me abrazaba con una cierta amistad. Cerré los ojos. Y entonces te vi, como te veo ahora, mi caballero, mi protector y mi salvación. Te vi mirar el horizonte ocre y vacío. Yo, sentada bajo tu sombra, oía tu respirar hondo y placido, tu palpitar del corazón. Habías visto algo en el tejado del cielo, allá a lo lejos.


Y cuando volví a abrir mi mirada todo seguía igual, nada había cambiado. Apenas el autobús 110 se había movido. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba tu fuerza animal que durante unos segundos me había parecido tan presente, tan vital, más presente y más vital que lo que me rodeaba? ¿De donde había llegado esta imagen de nosotros dos en medio de un paisaje de ocre y de sequedad áspera? Miré alrededor mío, había mucha gente en el autobús. Y de repente me di cuenta que alguien, no sé si un hombre o una mujer, llevaba entre sus manos el mismo libro que yo estaba leyendo. Quise poner una figura, ver quien era pero ya estábamos llegando a mi parada. Me levanté, me dirigí hasta la salida trasera del autobús y bajé con la incógnita de quien estaba leyendo El Sexto Invierno.


Esta impresión de reconocimiento desapareció durante varios días. La vida seguía su curso normal y acabé por olvidarla. En el trabajo preparábamos, Maggie y yo, las actividades de la semana de vacaciones que eran fijadas en las escuelas para dar descanso a los maestros. Durante estos días de descanso muchos niños vendrían al centro. Habría salidas a museos, a parques, al cine. Necesitábamos alquilar autobuses, comprar billetes, arreglar los itinerarios. Yo me sentía feliz aunque hiciese mucho frío. Pero un día el cielo de repente se iluminó como de una luz amarilla, opaca y espesa, Maggie me llamó desde el portal que daba a la piscina. Estuvimos mucho rato sin hacer nada, solo mirando aquel tapiz nebuloso y brumoso. Tuve la impresión que el aire se había como parado, que la atmósfera era de repente muy pesada, silenciosa ¿Qué estaba pasando? Mis manos temblaban al encenderme un cigarrillo. Sentí de nuevo una sensación de reconocimiento. Dije: Es el final. Maggie me miró sorprendida.

¿El final de qué? preguntó.


Y yo no supe que contestar.


Y muchas veces, ahora, después de todo aquello, sigo preguntándome lo que pasó. Y el por que nunca tuve miedo.


Te estoy diciendo todas estas cosas porqué sé que me escuchas aunque sigas mirando el horizonte con tus ojos pardos, inmensos. En la vacuidad de este espacio has visto algo, quizás otra viajante como yo, acompañada de su dinosaurio. Quizás has reconocido uno de tus congéneres, un futuro compañero. Una de tus patas delanteras se ha movido ligeramente, como el resplandor de unas alas de mariposa. En este espacio dónde ya no existe la noche esperaremos.


¿Cuántas somos? ¿Después de aquellos días, cuantas sobrevivimos? ¿Y tú, animal valiente y bueno, de dónde vienes?


Solo sé que estamos aquí, juntos, libres en este trozo de tierra ocre después de aquello. O antes. Ya no sé.


Quizás esté soñando, soñando en un mundo blanco, frío, de mármol, soñando que estoy leyendo un libro de nieve, soñando en una mujer que se llama Maggie, y en proyectos y salidas.


Quizás todo sea un sueño, y en este sueño te veo a ti, mi amigo el dinosaurio, desde aqui, desde esta nieve y este frío, y nos veo aquí, en este espacio ocre, en este desierto sin noche, esperando otras monturas que llegan desde allí, a lo lejos.

41 comentarios:

Daniela dijo...

Lidya, necesito saber: ¿Que fue primero, el cuento o la imagen?
Es una bellísima narración y una imagen encantadora.
Felicitaciones.

Lydia dijo...

Hola Daniela! Bienvenida al blog.
Pues te voy a decir: esta imagen yo la tengo con migo en un pequeño poster desde hace más de 20 años. Primero fué la imagen. Y a partir de ella nació esta historieta.

El dibujante es un hombre bastante interesante y muy creativo, se llama Melvyn Grant y en el blog tengo un link hasta su pagina webb. Tiene dibujos para crios tambien, alomejor te interesará verlos. Otros links, a partir de su pagina, llevan a otros dibujantes del mismo estilo, todos muy interesantes.

Hasta pronto y que pases un buen dia.

José Cemec dijo...

¿Qué es real y qué es sueño?

Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.

Curiosa la historia, muchas veces he tenido sensaciones inexplicables, como si de pronto estuvese en otra realidad distinta.

Magníficas las pinturas.

Daniela dijo...

Gracias Lidya por la bienvenida. Me gusta saber de donde vienen las historias, si es posible, la historia de la historia. Todo proceso creativo tiene una vivencia o mágia partícular, y con los años me voy haciendo adicta a esa mágia. Ahora no sólo es un cuento escrito por Lidya, bellas palabras, bello contenido, ahora es una imagen susurrando, tal vez su historia.
Black eagle ¿has leído "la noche boca arriba" de Cortázar?

José Cemec dijo...

Lo he leído Daniela y es un claro ejemplo de la interposición de los sueños con la realidad.

A veces tenemos sueños que nos parecen totalmente reales y otras veces vivimos realidades que nos parecen sueños.

¡Si yo te contara!...pero hay cosas que sólo pueden ser experimentadas, sentirse, no pueden ser explicadas.

Es un placer dialogar con vosotras.

Lydia dijo...

A mi gusta Cortazar por eso mismo, por esta fina linea de separación que hay entre la realidad y la ¨otra¨ realidad, tan presente y viva como la primera.

Y hay más, a veces estoy convencida que mi verdadero yo aparece en mis sueños. Que en la realidad soy una sombra de este yo que existe en algun lugar donde hay monstruos magicos, arboles de plata, habitaciones de color verde...

Un abrazo,

Imagine Photographers dijo...

Precioso cuento, es posible que tanto los sueños como nuestra rwalidad formen parte de nuestra existencia, lo que realidad nos niega los sueños nos lo ofrecen.

Saludos

Ezequiel dijo...

Hola Lydia! Gracias por visitarme y por agregarme como amiga internauta!!
Saludos!!

Lydia dijo...

Maii, tienes razón. Y además siempre he pensado que los sueños tienen una función medicinal muy importante. Es que no me puedo imaginar una vida sin sueños. Qué seriamos? Unos zombies. El sueño son como unas alas, o un motor que nos permite quitar un poco esta gravedad terrestre.

Gracias por tu visita.

Lydia dijo...

Ideas Primitivas, es un placer conocerte. Que pases un buen día.

Daniela dijo...

Creo en los sueños más que en esto que percibo como realidad. Me sucede como a ti Lidya, a veces creo que esta vida es una imagen que sueño a diario desde algún lugar mágico. Es una sensación desconcertante, inquietante hasta la medula. Últimamente quiero habitar más en esos sueños que en esta realidad.
Yo también tengo mucho que contar al respecto Black eagle, pero solo contar, en ningún caso explicar, ni siquiera lo intento, solo lo vivo, seguro me entienden.
Tal vez por eso me gusta Hesse Lidya, por que también entiende.

Lydia dijo...

Daniela,
Muchas veces los sueños o esta otra realidad, llamemoslo como queramos,me dan la fuerza que la realidad no me dá. Hay unas lydias en el mundo de los sueños mios que es fuerte, no estoy hablando de fantasias pero de energia sutil. En los sueños a veces me he encontrado con energias muy positivas, fuertes, dinamicas, que me han permitido emprender acciones, avanzar, evolucionar. Otras veces me he enfrentado a mis lados oscuros, y en estas ocasiones he podido dialogar con ellos, y al despertarme me he concientizado de algo que antes no sabia.

Gracias por tu visita, Daniela. Es un placer verte por aqui y dialogar contigo.

Un beso,

Fran Invernoz dijo...

Muy buen relato, me lo creí como real hasta la última línea. Y muy de actualidad, por cierto, nos hace reflexionar.

Lydia dijo...

Martin, bienvenido a mi blog. Gracias por tus comentarios.

Te deseo un buen día!

Un abrazo,

Chapellina dijo...

Hola Lidya, me encanta leerte. Cada vez que lo hago me encuentro dentro de tus historias. Aparte me ha encantado leer los comentarios que han dejado tus lectores por acá.

Amiga sigue creando :)

¿Qué sentido puede tener la vida sino creemos en esas cosas fantásticas que diseña nuestra mente y las llamamos sueños?

Lydia dijo...

Gracias Chapellina! Y tienes tanta razón: los sueños son creaciones de nuestra mente, cerebro, alma, espiritu...

Un abrazo,

Chapellina dijo...

Sabes? no me canso de mirar la imagen.

:)

Lydia dijo...

Chapellina ya sabes que puedes copiar esta imagen para tí. Es preciosa. Y puedes ir a la pagina web del artista que la hizo, tengo el link en el blog. El artista se llama Melvyn Grant y ha hecho muchas cosas fantasticas.

Un beso,

Chapellina dijo...

Gracias Lidya, me voy corriendo para el sitio del artista.

:)

Ezequiel dijo...

Hola Lydia!gracias por tu visita!van tres veces que leo "EL dinosaurio y yo", me pasa algo mágico, es como si me subiera al autobus que te traslada y te acompañara en tu viaje...
Es un placer para mi, que por lo menos en mi imaginación, me permitieras entrar a tu historia.
Saludos!!

Lydia dijo...

Ideas primitivas, muchisimas gracias por decirme esto! El dinosaurio y yo entonces ahora hace parte de tu imaginario, puede salir de aqui, de este mundo virtual... Puede hacerte soñar a tí. Tambien se trata de esto, cuando uno escribe un cuento.

Hasta pronto Ideas, y que pases un buen día !

Chapellina dijo...

A mi me pasa igual que a Ideas, este cuento tiene algo mágico.

Mil gracias por publicarlo.

Aprovecho para desearte un Feliz Día de San Valentin. T.Q.M :-)

Ezequiel dijo...

Holaa!yo otra vez en tu historia :), para decirte que pases por Ideas Primitivas, te espera un meme!!tiene fecha de caducidad.
Saludos!!

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Leí el escrito en un hotel de Barcelona y no pude comentarlo por la paupérrima conexión.

Acabo de leerlo y si tuviera que calificarlo de alguna manera sería de magnético.

Un párrafo y ya transporta a su contenido y me incita a la lectura total y detenida. Incluso me quedo con gana de más.

Dicho lo cual entenderás el placer de leerte, así que muchas felicidades y gracias.

--

Saludos.
~~~~~~~

Lydia dijo...

Chapellina, pues me haces contenta. El cuento ya no es mío. Es tuyo tambien. Sueña en él, vete dentro de este mundo, acercate al dinosaurio, anda por la gran superficie ocre... Es un lugar mágico, es cierto, como un Eden, el comienzo de un mundo. El dinosaurio, quien puede ser? De dónde viene? Que misterioso, este dinosaurio. Ni yo misma sé de donde viene ni como hizo,el muy travieso, para aparecer en este cuento. :)

Un beso fuerte,

Lydia dijo...

Muchisimas gracias, Goathemala, y no sé porqué pero tengo la extraña sensación de que el dinosaurio acaba de sonreir. Es una manera de enviarte un saludo, desde aquellas tierras amarillas oscuras.

un abrazo,

Chapellina dijo...

El dinosaurio es su escudo protector, su confidente, su AMIGO.

Bello, bello, bellísimo :)

Lydia dijo...

Chapellina, creo que estas un poco enamorada del Dinosaurio. Y te entiendo, es un animal, este en particular, bellisimo. Y tambien creo que la pintura es preciosa, que es un dibujo que nos permite extrapolar, soñar.

Un besito,

Chapellina dijo...

jajaaaaaaaa yo también creo que si me enamore de él. Sabes hasta hoy tuve de fondo en mi pc la imagen del dagron (la que ilustraba tu cuento anterior)y he colocado a mi amigo el dinosaurio.

Me encantaaaaaaaaaaaaaaaa :)
Gracias Lidya por presentarme imágenes e historias tan fascinantes.

Chapellina dijo...

Melvyn Grant?
gracias por presentarmelo tiene imágenes espectaculares para soñar y viajar en ellas.

Un abrazo!

Lydia dijo...

Chape, estoy muy nerviosa estos dias por cambios en mi vida, quizas vaya a vivir en otra provincia y todo es muy complicado.

Pero menos mal que tengo amigos que me animan, como tu, :) y a mi perra Laika, LA MAS GUAPA DE TODAS (está aqui al lado mio y me está vigilando) y al dinosaurio...

Un beso,

Chapellina dijo...

Hola Lidya, imagino como te sientes. Cuando llegan cambios a nuestra vida nos sentimos extraños, pero eso pasa y te aseguro que vivirás una experiencia maravillosa.

Después me irás contando...cuidate y relajate un poco, todo marachará bien.

:-)

Lydia dijo...

Gracias Chape, es asi cuando hay cambios. Pero es positivo. Uno no puede quedarse estancado. Uno siempre tiene que avanzar.

Gracias por animarme. Eres una amor. Eres un saltamontes que lleva alegría en sus patitas cantadoras.

Un beso,

Teresa dijo...

Magnífico Lydia, me parece un cuento maravilloso, inquietante, profundamente inquietante: Mientras lo leía sentía una especie de aliento frio sobre la piel, una sensación misteriosa. Te felicito.
Besos

Chapellina dijo...

jajaaaaaaaaaaaaaaaaa
Lydia, que linda eres!

A personas tan positivas como tú siempre les va bien, pero igual te deseo lo mejor. Desde que acá te envío un poco de mi buena vibra.

Aprovecho para informarte que ahora podrás leerme sólo en este blog: conotrotumbao.blogspot.com .

Estamos a la orden por allá.
Un abrazo.

Chapellina dijo...

Hola Lidya, que bonitas las fotos de Laika. Es bella!

Y en cuanto al poema, sí es fuerte; pero es así como veo a esa personita que por fuera parece un angelito. Te digo algo es malísimo enfrentasrse a esa gente, pero bue...todo sea por una buena causa.

Un abrazo :-)

Lydia dijo...

Entiendo, guapa. No te dejes llevar por la rabia. Sé simplemente tú. No te dejes influenciar por nadie, sé simplemente tú. Sé tambien compasiva, a veces la gente se equivoca, hace errores, dice las cosas sin pensar, hacen las cosas sin pensar. Hay que saber perdonar y guardar siempre, siempre una buena estima de si misma.

Un beso, Chapellina. Venceras!

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Chapellina dijo...

Hola Lydia, te agradezco todo lo que me dices y tranquila. Sé que con esas palabras parezco dura; pero en realidad soy súper compasiva y también se perdonar.

T.Q.M y gracias por estar...

:-)

Lydia dijo...

Chape, ya lo se... y tambien sé que a veces hay que ser dura, o sentir lo duras que somos, para sentir nuestra dureza, conocerla, controlarla. Y a veces hay que ser mala. Basta de ser buena. (a veces).

Un besito,

Chapellina dijo...

jajaaaaaaaaa si eres linda. En serio, por eso me gusta intercambiar mensajes contigo.

;-)