viernes, 6 de mayo de 2011

En la playa con Virginia Woolf

William Turner
He decidido irme de casa para unos cuantos días, alejarme de mi esposo, de mi trabajo, y venir aquí con Laika, en esta playa, una buena habitación en casa de Susana que ha dicho que la perra es una preciosidad, en esta playa inmensa y llana y buena, la playa vacía a estas horas y siempre me ha gustado este momento como de soledad amarilla, donde el silencio es este mar, esta voz de mi infancia cuando volvíamos y que yo sentía aún el mar en mí, su movimiento perpetuo que mi cuerpo seguía abrazando, el sol fuerte, brillante y tenaz, algunas voces a lo lejos, yo sentada con un libro de Virginia Woolf sobre mis rodillas.



La perra a mi lado deja que la luminosidad la habite, leo y de vez en cuando le acaricio la cabeza, es una buena novela, como todas las suyas pero esta es bastante accesible aunque todo sea percibido desde la mente de cada personaje, ah, una niña sola que mona con su bikini azul oscuro, la mente, el alma, cuantas veces se hacia esta pregunta, quien soy, como es esto que siento esto, indagamos esta impresión, busquemos la raíz de lo que estoy sintiendo, de esta percepción vaga pero insistente, vayamos más lejos, siempre más lejos, en todo, siempre ella ha sido una innovadora, la niña mira a lo lejos es un punto oscuro entre tanta luz, como una flor de lavanda en medio del desierto, me pregunto donde estarán sus padres, pero no, no hay nadie solo unas voces a lo lejos como en eco, como en aquella tan bonita película de Jacques Tati, todo como alejado y cerca a la vez, sus palabras me llegan desde tan lejos, su mundo, esta visión abierta permitiéndome verla bajo varios ángulos, siempre una nueva y mas profunda Virginia accesible, abierta, bondadosa y generosa ya que aquí esta la novela, algo que ella ha escrito para que yo pueda leerlo sentada sobre la arena, un exquisito regalo y siempre ella está, siempre estará al igual que este mar con su voz infinita, la niña solitaria mira el agua verde, a esta hora el mar se transforma en bosque marino, no se mueve, solo mira como hipnotizada pero quizás es solo una impresión, Laika también la ha visto, sus orejas apuntan el cielo, mirada fija y concentrada.



Esta novela me recuerda que todo es indefinido, casi sin forma absoluta, como un paisaje bajo la niebla o como bajo el brillo suave de la lluvia, los personajes se mueven en ondas, produciendo imágenes fractales, caricias en el aire que crean colores y formas cambiantes rozándose unas contra otras, bajo una luz efímera van y vienen, lentamente, cada personaje en su propio espacio de sensaciones, cada personaje en su soledad, en su mente que es impresión, nada definido ni compacto, solo somos impresiones desde el más allá del yo, impresiones, impresiones, búsqueda, palabras que van y vienen en la mente y forman cuadros abstractos de formas misteriosas, ¿solo esto? Sí, solo esto. Impresiones que hacen remolinos en el agua, ondas sutiles, entre ellas se rozan, brisas humanas pero cada una única, y esta niña ahora se ha movido ligeramente y a paso de tortuga se aleja, flor llevada por el viento, se aleja y dentro de poco solo será un puntito apenas perceptible en el horizonte de esta playa donde estoy leyendo una novela de Virginia Woolf, sobre mis rodillas esta este libro y dejo que el sol me acaricie, yo y Laika dos puntos oscuros en esta playa donde he venido a reposarme de la vida pero dos puntos indefinidos, sin forma, etéreos en esta inmensidad amarilla.

1 comentario:

Crisaprabella dijo...

Qué buenas imágenes... ser un punto infinito, uno con el todo. Amo a Virginia Woolf, me ha regalado los mejores pensamientos desde que era una niña, le ha dado un sabor muy especial a mi tristeza y ha trascendido mi vida a la esfera de la tranquilidad cuando descubro que lo que necesito está en mi interior. Pasaba por aquí, sabes cómo? brincando de blog en blog tratando de encontrar algo leíble, y me encontré con este bello texto... Ahora puedo ir a dormir en paz... Así es el lago de mi mente... buscando palabras en el ciberespacio. Un abrazo muy cordial.